“Montañas y refugios”: investigadores del IBB publican un estudio genético sobre endemismos de las montañas de Grecia
Acaba de aparecer en el volumen de noviembre de la revista Molecular Phylogenetics and Evolution un estudio en varios endemismos del género Centaurea de las montañas de Grecia continental, en el que han participado varios investigadores del Instituto Botánico de Barcelona (IBB) dentro del marco del proyecto de investigación CGL2010-18631 / BOS (IP: R. Vilatersana).
Se trata de un estudio de diversidad y estructura genética para el que se han empleado dos tipos de marcadores, uno nuclear (microsatélites) y uno cloroplástico (cpDNA), y se ha centrado en varios endemismos amenazados de distribución muy restringida (además de una especie de amplia distribución regional) de la subsección Phalolepis. Los objetivos de la investigación eran principalmente tres:
-
- Conocer la estructura poblacional de los endemismos, muy útil de cara a la aplicación de medidas de conservación.
- Discernir si los patrones de variabilidad genética cuadran con la delimitación taxonómica actual de las especies.
- Obtener pistas de cómo funcionó el proceso de diversificación dentro del grupo y, por extensión, de los endemismos montanos propios de las montañas griegas.
Aunque se trata de especies endémicas de área restringida, todas las especies estudiadas presentan niveles importantes de diversidad genética, con una considerable divergencia genética entre sus poblaciones. Las reconstrucciones de flujo genético (intercambio genético entre poblaciones) indican su total inexistencia en la actualidad, pero que sí habría existido en el pasado. Los datos genéticos también nos indican que hay más grupos genéticos que especies reconocidas, y que el aislamiento de las poblaciones en enclaves montañosos habría conducido a procesos de especiación alopátrica (especiación por aislamiento geográfico), auténtico motor de diversificación dentro del grupo y, probablemente, en las especies montanas griegas. El papel de las montañas como refugio, como se ha demostrado en otras latitudes, está probablemente detrás de la elevada variabilidad genética detectada dentro de las poblaciones de los diferentes endemismos estudiados.
Más información sobre el artículo en Digital CSIC.