Las nuevas donaciones recibidas en el Herbario BC ilustran la naturaleza versátil de las colecciones naturales
Las aplicaciones del material de herbario y sus datos asociados han crecido notablemente en las últimas décadas, aunque la forma de procesar los ejemplares apenas ha cambiado en los últimos 300 años. En este aspecto, la diversidad de usos que poseen las colecciones conservadas en el herbario BC también sufre un gran crecimiento a medida que se incorporan los vegetales que los científicos han usado a lo largo del tiempo para sus investigaciones.
Sin ir más lejos, en 2022 se recibieron diferentes donaciones compuestas por material procedente de análisis citogenéticos, etnobotánicos y florísticos, entre otros, que ilustran a la perfección el uso transversal que tienen las colecciones naturales como soporte de diferentes estudios.
En primer lugar, se incorporaron 80 ejemplares procedentes del laboratorio de Ecología, Sistemática y Evolución de la Universidad de París. Muchas de estas plantas, donadas por la Prof. Sonja Siljak-Yakovlev, fueron caracterizadas en términos de número de cromosomas, hibridación in situ fluorescente, tamaño y organización del genoma, posición filogenética y sistemática, etc.
Por otra parte, se incorporaron 154 pliegos y 1 lote de semillas de carácter etnobotánico donados por el investigador Jacint Altimiras y colaboradores. En las etiquetas de estos pliegos se recogen los nombres populares de las plantas que crecen en los Pirineos, concretamente en la comarca del Alt Urgell.
Finalmente, se recibió una gran donación de 2038 líquenes procedentes del Dr. Esteve Llop, recolectados principalmente en el Parc Natural del Cadí-Moixeró. Esto permitirá conocer mejor la composición liquénica en los ambientes de alta montaña.
Todo este valioso material estará cuidadosamente preservado en el herbario BC, localizado en la montaña de Montjuic y aislado del medio externo gracias al control ambiental de temperatura y humedad que nos permite asegurar el perfecto estado de los especímenes. De esta forma, también, nos aseguramos que las siguientes generaciones de botánicos puedan continuar andando el camino que otros comenzaron y seguir estudiando estos interesantes ejemplares que ahora descansan en Barcelona.