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Sònia García, investigadora del IBB: “Si se pregunta por la calle el nombre de alguna mujer científica, muy pocos sabrán decir alguna”

Con motivo del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”, Sònia Garcia, investigadora del programa “Ramón y Cajal” en el Instituto Botánico de Barcelona (IBB), habla sobre su carrera y la situación de las mujeres en la ciencia.

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Sònia García es doctora en Farmacia en la especialidad de Botánica y trabaja en el IBB desde 2015, aunque ya había trabajado previamente en este centro con un contrato post doctoral del CSIC (JAE-Doc) entre los años 2008 y 2011 y realizó parte de su tesis doctoral en el IBB durante los años 2005-2007. Actualmente, se dedica a investigar la estructura y organización del ADN ribosómico en diferentes especies de plantas.

¿Cómo fueron tus primeros pasos en la botánica?

Cuando era estudiante de la licenciatura de farmacia me fui interesando por los temas relacionados con la botánica gracias a un profesor que me supo “seducir” en esta materia. A partir de ahí, fui cursando todas las asignaturas optativas de botánica que pude y cada vez me gustaba más el tema.

Entonces cursé un Máster experimental, guiada por este profesor (el Dr. Joan Vallès, catedrático de botánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona), y posteriormente, obtuve una beca para cursar el doctorado, con la codirección de la actual directora de nuestro instituto, la Dra. Teresa Garnatje.

¿En qué consiste la investigación sobre la estructura y organización del ADN ribosómico?

Este estudio ayuda a comprender cómo funciona la evolución a nivel molecular, en especial del llamado ADN repetitivo, del que se compone la mayor parte de los genomas eucariotas. Existen diferentes modelos de evolución propuestos para este tipo de ADN y las herramientas de las que se dispone ahora (como la llamada secuenciación NGS, Next Generation Sequencing) han permitido abordar este estudio con mucha precisión.

Como vemos, la botánica es muy importante desde muchos puntos de vista: como modelo para comprender el genoma, como hacemos nosotros, pero también, por ejemplo, para el estudio y reconocimiento de especies invasoras, para entender nuestro ecosistema, para el mejor conocimiento de las especies útiles en alimentación o medicina tradicional, o como potencial fuente de fármacos, entre muchos otros aspectos.

¿A qué ventajas y dificultades se enfrenta un investigador/a botánico/a?

Como ventajas de ser investigador, al menos en mi experiencia, destacaría mucho la libertad a la hora de escoger tu campo de investigación y también la flexibilidad en cómo llevarla a cabo.

Asimismo, la satisfacción personal, el romperse la cabeza para llegar a los resultados (¡siempre que se llegue!), la posibilidad de estar aprendiendo continuamente nuevas técnicas o nuevas aproximaciones, la relación con los compañeros y estudiantes y la posibilidad de crear una red de contactos a nivel internacional (que en muchos casos terminan convirtiéndose en verdaderos amigos), los viajes, etc. son algunas de las muchas ventajas que tiene nuestra profesión.

Como problemas… me cuesta un poco encontrar, aunque quizás el más destacable sería la dificultad para estabilizarse laboralmente, y la necesidad de estar buscando continuamente fuentes de financiación para tu investigación, que te roban mucho tiempo de hacer el “verdadero” trabajo de investigador.

¿Es difícil compatibilizar trabajo y tiempo libre (familia, niños, amigos)?         

En mi caso, no, aunque cuando tengo que pasar alguna etapa en el extranjero (precisamente ahora estoy en la República Checa haciendo una estancia gracias a una beca del Ministerio de Educación y Cultura) es un poco más complicado, pero se va sobrellevando.

¿Qué clichés eliminarías de la ciencia y la botánica?

Yo eliminaría el cliché de que la ciencia es sólo para mentes brillantes y privilegiadas y que es muy difícil de entender. Creo que con suficiente entusiasmo todos podríamos hacer cualquier cosa que nos propongamos, y no todo es física cuántica, por ejemplo. Incluso bien explicada, la física cuántica puede ser muy divertida, ¡como la botánica!

¿Cómo ves la situación de las mujeres en la ciencia? ¿Crees que se ha dado suficiente visibilidad a las mujeres científicas a lo largo de la historia?

Bueno, cada vez hay más chicas estudiando carreras científicas, más doctorandas y más investigadoras, pero todavía los puestos directivos son en la mayoría para los hombres.

A lo largo de la historia ha habido muchas mujeres científicas, pero muchos más hombres, probablemente debido a la dificultad que ha tenido históricamente la mujer para acceder al mundo laboral, y no digamos ya a un mundo tan especial como el investigador. Seguramente si se pregunta por la calle el nombre de alguna mujer científica, muy pocos sabrán decir alguna, como Marie Curie o Rosalind Franklin.

Según datos de la Iniciativa 11 de febrero, solo el 7% de las niñas se ve siendo científica. ¿A qué crees que se debe este dato? ¿Qué les diríais para animarlas?

Me gustaría saber el % de los niños para tener una referencia, y la edad a la que se les hizo la pregunta. Quizás no es significativo de una razón de género sino más bien de desconocimiento de la profesión: qué hacen los científicos, para qué sirve, etc.

Para animarlas les diría que es una profesión que puede llegar a ser muy divertida y estimulante, que aprenderán muchas cosas tanto a nivel profesional como a nivel humano, que contribuirán a que sepamos más cosas de cómo funciona nuestro mundo, que podrán conocer a gente muy variada, de distintos países, gente muy interesante…

¿Has notado dificultades especiales por ser mujer a la hora de desarrollar tu carrera profesional en el ámbito de la botánica?

En mi caso, no he notado ninguna dificultad especial por el hecho de ser mujer, aunque, sí que me doy cuenta de que, todavía, los puestos con una cierta responsabilidad suelen estar ocupados más por hombres que por mujeres. Pero preveo que esto va a cambiar en los próximos años, viendo la cantidad de mujeres que hay actualmente en las carreras de ciencias.

 

Entrevista realizada por Pilar Bayón

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